Los Muros Trombe son un elemento constructivo que ha demostrado ser una solución efectiva para el ahorro energético y el confort en edificios. Este tipo de muros fue inventado por el físico francés Felix Trombe en los años 60, con el objetivo de aprovechar la energía del sol para calentar el interior de los edificios. Desde entonces, ha sido utilizado en todo el mundo como una alternativa ecológica a los sistemas convencionales de calefacción y aire acondicionado.
Beneficios en términos de ahorro energético y confort:
Los Muros Trombe se construyen colocando una pared de vidrio o plástico a cierta distancia de la pared exterior del edificio. Entre las dos paredes se crea un espacio que se rellena con material aislante, como piedra o ladrillo. Durante el día, el sol calienta la pared exterior, que a su vez calienta el aire entre las dos paredes. Este aire caliente se eleva hacia la parte superior del muro, donde se encuentra con una abertura que lo dirige al interior del edificio. A medida que el aire caliente entra en la habitación, se enfría y cae al suelo, creando una corriente de aire que ayuda a distribuir el calor.
Los Muros Trombe son una solución efectiva para el ahorro de energía porque utilizan la energía solar gratuita y renovable en lugar de combustibles fósiles para calentar los edificios. Además, como el aire caliente se distribuye de manera uniforme, no hay necesidad de utilizar sistemas de calefacción o aire acondicionado adicionales, lo que reduce aún más el consumo de energía.
En cuanto al confort, los Muros Trombe ofrecen una temperatura constante y agradable durante todo el día y la noche, lo que elimina la necesidad de ajustar constantemente la temperatura del termostato. Además, como el aire caliente se distribuye de manera uniforme, no hay áreas frías o calientes en la habitación.
Tipos y ejemplos:
Existen dos tipos principales de Muros Trombe: los activos y los pasivos.
Los Muros Trombe activos utilizan ventiladores eléctricos para mover el aire caliente desde el espacio entre las dos paredes hacia el interior del edificio.
Los Muros Trombe pasivos, por otro lado, confían en la convección natural del aire para mover el aire caliente. Aunque los Muros Trombe activos son más eficientes en términos de energía, los pasivos son más simples y económicos de construir.
Un ejemplo de Muro Trombe activo es el edificio de oficinas Mecanoo, en Holanda. El edificio cuenta con una pared de vidrio con dos capas y una abertura superior que permite la entrada de aire caliente en la habitación. La apertura está equipada con un ventilador eléctrico que ayuda a mover el aire caliente en el interior del edificio.
Un ejemplo de Muro Trombe pasivo es la Casa do Sol, en Brasil. La casa cuenta con una pared de ladrillo expuesto y una capa de vidrio que forma un espacio de aire. El aire caliente entra en la habitación a través de una abertura superior y se distribuye de manera uniforme gracias a la convección natural